La Quiropráctica o también llamada Quiropraxia es una profesión universitaria reconocida por la Organización mundial de la salud. Se caracteriza por ser de primera consulta, la cual se dedica a la evaluación, recuperación, mantención y cuidado del organismo humano. Para ello se utilizan técnicas manipulativas y/o instrumentales tanto en columna vertebral como extremidades.
El objetivo de la quiropraxia es mejorar la función y estructura del sistema nervioso, solucionando de esta forma alteraciones neuromusculoesqueléticas. Si la patología no se puede solucionar se deriva al profesional más idóneo para el problema del paciente.
La quiropraxia nace en el año 1895 de la mano de su fundador Daniel David Palmer, también recordado como D.D Palmer. Su hijo B.J Palmer, continuó con numerosos avances en el recorrido de la profesión. Es desde ese entonces hasta la fecha que ha ido generando estudios y avances como cualquier otra carrera del área de la salud. Permitiendo con mayor evidencia científica, que disminuya el paradigma de pseudo-ciencia con el que en ocasiones relacionan el tratamiento quiropráctico.
La quiropráctica y su relación con la columna vertebral
Para entender el razonamiento que explica la lógica del tratamiento quiropráctico, se debe comenzar explicando la columna vertebral. Esta parte del cuerpo, tiene la función de generar sostén, soporte y protección a la médula espinal. La cual, tiene un rol fundamental para la realización de cualquier tipo de actividad.
Dentro de las estructuras y funciones más importante que alberga la columna espinal es el líquido cefalorraquídeo. El cual, se encarga de la óptima función del sistema inmune o también llamado sistema protector. Otra de las estructuras esenciales que están dentro del raquis (columna vertebral), son las vías ascendentes y descendentes (llevan información al cerebro y llevan ejecuciones a las extremidades). Estas estructuras, ascienden vías sensitivas con información de dolor, tacto, presión, temperatura y vibraciones, vías motoras con información de estructuras como fascias, musculatura, tendones, huesos y ligamentos.
También, hay tractos viscerales con información de órganos, glándulas. Estas vías y tractos que contienen información tanto del organismo como del medio ambiente que lo rodea, llegan a la médula a través de los nervios raquídeos. Los cuales se proyectan a todos los lugares de cuerpo, captando la información interna (propioceptiva) y externa (exteroceptiva). Con el fin que a través de ellos, lleguen hacia el centro procesador, que es el cerebro y cerebelo, quienes son encargados de modular las funciones voluntarias (por ejemplo, correr, saltar gritar) e involuntarias del cuerpo humano (sistema nervioso autónomo, ejemplo respirar, pestañear, etc).
En qué consiste la consulta quiropráctica
La consulta Quiropráctica comienza con una evaluación, en donde el paciente responderá las preguntas (anamnesis) que el profesional le realizará. De esta forma el especialista podrá conocer su estilo de vida y tener una noción de la causa que provoca la visita al centro de especialidad.
En segundo punto el profesional quiropráctico, le solicitará todos los exámenes que tenga respecto al motivo de consulta. Pueden ser, resonancia magnética, radiografía, scanner, cintigrama óseo, exámenes de sangre, entre otros. Es importante que el profesional de la quiropraxia cuente con esta información, para evitar dudas en el diagnóstico.
Una vez ya entendido el problema de salud que atañe al paciente, y la evaluación arroja que aquel problema es solucionable con quiropraxia. Primero se inicia en el tratamiento, el profesional manipulará de manera manual o con instrumentos, la columna espinal y las extremidades en el caso de ser necesario. De esta forma se busca favorecer el sistema neurológico y músculo esquelético, mejorando la sintomatología muchas veces de manera inmediata.
Desde esta perspectiva, la formación académica del profesional quiropráctico, se especializa tanto en la anatomía estructural y funcional del sistema nervioso. Se busca observar cómo se expresa esto en el organismo. El tratamiento consta en técnicas manipulativas para mejorar el sistema articular, muscular y nerviosos. Liberando al paciente de compresiones, desalineamientos, o adaptaciones posturales. Las cuales podrían desencadenar en patologías musculoesqueléticas.
Para quiénes está dirigida la quiropraxia
La quiropraxia es para todo tipo de pacientes, desde pediátricos hasta adultos mayores. Sin embargo, no en todos los usuarios se pueden realizar las mismas técnicas. Esto dependerá de la condición, edad, cuadro clínico y contexto particular de cada uno de ellos. El Dc. quiropráctico será el que tomará la decisión a su criterio, respecto a la maniobra que será más beneficiosa para el usuario. Siempre velando por la salud y minimizando al máximo cualquier riesgo que pueda generar.
La quiropraxia y su situación actual en Chile
Es fundamental señalar que en Chile, la profesión quiropráctica no está reconocida por el ministerio de salud, impidiendo su regularización en el sistema. A diferencia de países desarrollados como Australia, EEUU, Inglaterra, este problema actual está en vías de soluciones. El problema de la no regulación es que permite que cualquier persona pueda hacerse llamar quiropráctico, sin tener ningún tipo de pena ante la ley. Esto puede provocar un daño tremendo en la salud de las personas a quienes se les realizan las técnicas. Por esa razón el llamado es el siguiente: Acudir a profesionales quiroprácticos con título universitario y no poner en riesgo su salud en inescrupulosos que no cumplan con las competencias técnicas ni teóricas.
Actualmente en Chile, la única formación profesional de quiropráctica, es impartida por la Universidad Central de Santiago de Chile. Los requisitos para poder ingresar al programa de segunda titulacion en Quiropráctica son tener una profesion de pregrado que sea kinesiologia, medicina u odontología. La duración del programa es de 3 años, lo que convierte al profesional quiropráctico en una persona con más de 8 años de estudios.
Para finalizar este texto, en relación al tratamiento quiropráctico es importante señalar, que este profesional no utiliza fármacos alopáticos para mejorar a los pacientes. La idea es restablecer conexiones perdidas por las disfunciones, y luego puede aconsejar respecto a nutrición saludable, cuidados específicos para ciertos órganos o patologías en particular que requieren de suplementos vitamínicos o cambios en el estilo de vida. Pero nunca por medio de fármacos alopáticos, los cuales en muchos casos funcionan como supresores de los síntomas, pero no están curando la causa primaria del síntoma.
Con esto finalizo el texto y espero sea de ayuda para informar el quehacer quiropráctico, eliminar algunos mitos y esclarecer resultados respecto a la profesión.